El FIN DEL DINERO ES EL FIN DE LA LIBERTAD
14/11/2023Josefina Fraile
En vísperas de la abolición del dinero físico al dictado de la todopoderosa mafia de los bancos centrales privados, que dominan el mundo a golpe de guerras, asesinatos, y extorsiones, al tiempo que controlan los alimentos, la energía y el sistema monetario, bien vale la pena hacer un breve recorrido sobre la historia del dinero y su vínculo con la libertad, a fin de imponer por ley su continuada existencia, no exenta de crítica a la ideología de usura que practican las mafias bancarias.
El dinero es un medio de intercambio de nuestro tiempo. Y su aparición se remonta a la presencia del hombre en la Tierra. Permite al individuo cambiar lo que tiene por lo que necesita o quiere. En los años 9.000 antes de Cristo (AC) el trueque de animales y cosechas era el sistema más utilizado de intercambio, hubo que esperar hasta los años 2.279 AC en que
Babilonia iniciara nuevos métodos de pago como las caracolas, piedras de obsidiana, pepitas de oro y más tarde monedas, sentando las bases del
sistema monetario que ha llegado hasta nuestros días. Alrededor del año 700 antes de Cristo, en Lidia (hoy Turquía), según Heródoto, se inventó la primera acuñación de monedas de plata y oro, con diseños repujados como un anillo de sello, tecnología que copiaron los griegos. Hacia el año 300 AC los romanos acuñarían su propia moneda en plata grabada, llamada Denario. Y en el 118 AC, los chinos crearon una moneda en piel de ciervo pintada con colores en los bordes y las esquinas.
A partir del siglo VII de nuestra era, año 700 después de Cristo, aparece la moneda en papel que alcanzaría auge en el futuro. La dinastía Chang fue la pionera de esta gesta.
En el siglo XVII, año 1661, se imprimen las primeras monedas de papel en el banco de Estocolmo, Europa, respaldadas por plata. En el año 1690 la colonia de la Bahía de Massachussets emitió el primer papel moneda en américa. Y en 1946 el Banco de Brooklyn da un giro espectacular al uso de
la moneda introduciendo la primera tarjeta bancaria de plástico. Es el primer gran engaño manifiesto de la gran banca al ser humano productivo. En nombre de la facilidad y de la seguridad lo alienarían del fruto de su trabajo, el dinero físico. El camino de la innovación solo haría que facilitar esa ruptura con el paso de los meses, iniciando así en los años 90 la introducción del dinero electrónico, incorporando un chip a la tarjeta de plástico para facilitar más operaciones y más diversas.
En 1997 los bancos europeos abrieron el nicho de facilitar pagos bancarios por teléfono. En 1998 se creó la plataforma de pagos y transferencias PAY PAL. Y en 1999 con el advenimiento de internet se impulsó el comercio “online” potenciando aún más el uso del pago con tarjeta.
Esta forma de pago rompió el pensamiento racional del buen padre de familia que no se gasta lo que no tiene. El hecho de no ver desaparecer entre las manos el dinero que se tenía ahorrado para hacer frente a los gastos, creó una distancia abismal entre lo razonable del yo tradicional y lo deseable del nuevo YO esculpido a golpe de anuncio publicitario, que le ponía al pobre “la felicidad” al alcance de su tarjeta de crédito.
Fue fácil para el común de los mortales hipotecar su futuro para vivir “el sueño americano” transmitido por Hollywood,
adquiriendo en el presente lo que necesitaba o creía necesitar. Así se normalizó el hecho de vivir en deuda perpetua, o en estado de
servidumbre, con los bancos adquiriendo un poder inimaginable en el destino incierto y la ruina certera de la gente. Embriagados por el subidón del consumo exprés, nunca nadie se preguntó quién ponía las reglas en todo este
cambalache de ofertas y facilidades de pago, ni hacia dónde nos llevaba este navío sin rumbo aparente.
Pocos ciudadanos sabrán en cualquier país que cuando uno deja su dinero en el banco, éste lo registra no como un depósito si no como un préstamo al banco. Este nuevo engaño a los seres humanos productivos le permite al banco ofrecer créditos a quien los solicita. Se llama reserva
fraccional. Según el experto financiero Richard Werner, así es como los bancos han generado de la nada el 98% del dinero en un país. Se entienden las pegas que uno tiene a la hora de retirar del banco lo que creyó tener en depósito.
El negocio de vender deuda gratis ha sido redondo para este sector solo por la diferencia de los tipos de interés aplicados al fiador y al deudor. Por eso nuestra moneda a la que llamamos dinero, se llama fiduciaria. Está basada en la fe o en la confianza de la gente, en vez de estar respaldada por metales preciosos, como sería el caso del dinero. El Euro, no es dinero porque no está respaldado por ningún metal precioso o con valor intrínseco. Es la moneda en vigor de toda la Unión Europea, un simple papel que representa una promesa de pago por parte de la entidad emisora, el BCE.
La deuda y la esclavitud están íntimamente ligadas. Y la esclavitud es la actividad más rentable de cuantas haya. Por eso, facilitar la deuda a gente que a todas luces no podía pagarla forma parte del botín. El banco se quedaría con los bienes que los pobres endeudados no han podido pagar. No es casual que este mismo esquema se aplique a los gobiernos y a los Estados que nos han sumido en la deuda perpetua, haciéndonos creer que los
impuestos cada vez mayores que nos obligan a pagar, sirven para mejoras sociales, cuando en realidad van a pagar los altísimos intereses de la altísima deuda perpetua usada en exclusiva para perpetuarse ellos en el poder. Este es un juego de Póker con las cartas marcadas. En el casino del
mundo la banca nunca pierde. La pregunta que cabe hacerse es quién es el propietario del país
España, y a quien pertenecen los esclavos españoles en la práctica.
En 2008 toda esta arquitectura hegemónica de poder monetario se vio inesperadamente amenazada por la irrupción de las criptomonedas que desafiaban la centralización bancaria ofreciendo descentralización e independencia financiera. La más famosa de entre ellas, el Bit Coin, sigue haciendo soñar a los rebeldes de todo sistema. Un sistema que no puede permitir que haya quien ose batirse en duelo contra él. El problema de estas propuestas innovadoras no es solo su intangibilidad y virtualidad, es que dependen para su funcionamiento de una misma fuente energética: la electricidad, por lo que será fácil ocasionar problemas de descrédito cuando quien tienen la llave del botón decida pulsar el modo “apagado”.
En el año 2012, apareció la plataforma de transacciones globales seguras sin costos llamada RIPPLE. Es la concreción de más facilidades para mover el dinero, todo tipo de dinero y fue percibida como un avance.
En 2016 las innovaciones parecían empujar el límite de lo imposible e irrumpió la tecnología Block- Chain, ofreciendo unidades de datos codificados, registro contable de las transacciones, acceso abierto, sin depender de instituciones bancarias, impulsando una economía descentralizada, además de operaciones automáticas y anónimas. En fin, el tipo de sueño del que uno no quiere despertar.
No obstante, el ojo que todo lo ve, siguió al segundo la aparición de esas innovaciones amenazantes que le excluyen, y decidió apropiarse de ellas para presentar su jaque mate a la sociedad global, antes de perder el control y el resultado de siglos de conspiración en la sombra. Así el 20 de junio de 2023 el BIS, (El Banco de Pagos Internacionales creado en 1930) presentó una guía para el futuro sistema monetario (Blue Print for the Future Monetary System) bajo el cursi lema: “mejorando lo viejo, facilitando lo nuevo.”
El BIS es la joya de la corona, el banco central privado de los bancos centrales privados, el centro de poder mundial. Tiene inmunidad soberana. No rinde cuentas a nadie. Está por encima de la Ley. Tiene seguridad propia. Y no paga impuestos. Todo un ejemplo a seguir. Su presidente, el mejicano Agustin Carsten, explica sin tapujos, que en el nuevo sistema monetario se buscará “el
equivalente con el efectivo en curso”, pero cabe destacar una gran diferencia “Ahora, con el efectivo, no sabemos quién está usando cien dólares o mil pesos.” “Y la diferencia es que con el CBDC el Banco Central tendrá un control absoluto de las reglas de uso. Felizmente, insiste el Sr. Carstens, también
tendremos la tecnología para implementarlas.” A pesar de que la palabra dinero ya sobra del vocabulario, puesto que el nuevo sistema monetario se caracterizará por ser tan solo un registro numérico o asiento contable, a lo que disfrazan de “moneda virtual” llamada CBDC, o Moneda Digital del Banco Central, ¡la CBDC será la divisa de reserva de todos los bancos centrales!
Llegados a este punto uno se pregunta a santo de qué nos presentan un nuevo sistema digital, si en la actualidad el 98% de todas las transacciones comerciales ya son digitales. En efecto, no hay necesidad alguna, ya que el dinero digital y el dinero físico han coexistido perfectamente durante décadas. La respuesta está en la diferencia a la que alude el Presidente del BIS. Con el actual sistema no pueden controlar a la gente y saber quién se gasta el dinero y en qué. Por eso el apellido de esta moneda digital es “centralizada”, en otras palabras, totalmente controlada.
Esta antimoneda será intangible, programable y condicional.
No se puede ver ni tocar, tiene fecha de caducidad y
únicamente se podrá gastar en lo que el sistema le permita a uno, según su nivel de sometimiento. No obstante, parecería que la “antimoneda” virtual, es la gran excusa para crear una plataforma CBDC global que centralice el control de TODOS los activos y de todas las personas del planeta, en ese
mundo virtual que han diseñado para acoger la representación del mundo real. Se trata de una especie de “libro mayor” en el que cada ciudadano tendrá su página contable con todos sus activos digitalizados, es decir con
todas sus propiedades digitalizadas. Lo increíble de la idea es que toda modificación de los datos en el mundo virtual es vinculante en el mundo real. Dicho de otro modo, como sólo el BIS y su compañero de negocios, el Foro Económico Mundial, son los que hacen las normas, cualquier decisión de expropiación de los activos en su plataforma virtual, tendría efectos inmediatos en el
mundo real. No es de extrañar que el mismo día que el BIS publicó su “Guía Azul”, Kristalina
Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), revelara que está «trabajando intensamente en el concepto de una plataforma CBDC global.“
En resumen, la CBDC es la pasarela de lo real a lo virtual, a través de la cual las élites pretenden lograr esos planes en los que llevan trabajando siglos: esclavizar a la humanidad para siempre, desposeyéndola de todo lo que tiene.
En palabras de Catherine Austin Fitts, experta en finanzas, “Estamos hablando de un proceso de
represión financiera extrema, donde se confirma el control del 100% de todos los activos reales“. Un libro mayor unificado conectado a un sistema CBDC es algo aterrador porque sólo hay una manera de lograrlo, y es con la esclavitud masiva y el control mental.”
El requisito esencial para entrar en el olimpo de los esclavos
modernos que propone el BIS, es la identidad digital. No se trata de un documento de identificación, la identidad
digital es nuestro doble digital. Son nuestros datos biométricos, huellas dactilares, del iris, ADN, además de todos nuestros
registros médicos, vacunales, de seguros, afiliación política y religiosa, sexualidad, gustos,
propiedades, deudas, hipotecas, etc. Está vinculada a todo lo imaginable. Esta identidad tiene un
alto valor monetario en el mercado de datos personales; es el nuevo petróleo. Aceptar la identidad digital, significa entrar voluntariamente en una prisión sin muros, en un sistema de control digital permanente del que nadie te podrá liberar. Eso significa estar vinculado a un código QR para
integrarnos en el Blockchain a fin de vigilarnos y controlarnos hasta la muerte; nos la venderán los bancos y todo tipo de industrias y servicios, principalmente los servicios administrativos institucionales, como algo accesible y cómodo.
El chantaje es que la no sumisión significará estar fuera de “la protección” del Estado y del régimen “democrático” que nos permite transaccionar en la economía y tener acceso a los servicios y a participar en sociedad. ¡Todo un regalo!
Por cierto, esa identidad digital la han disfrazado de pasaporte de Salud
impulsado por el Parlamento Europeo, pero espérate ofertas ingeniosas de
viajes, bonos varios, rifas, etc. Cualquier banalidad atractiva con tal de engañarte una vez más. Ya sabes cómo va la cosa. Va a hacer cuatro años de la declaración: estamos en guerra. Y toda guerra se basa en el engaño, según Sun Tzu.
En resumidas cuentas, el sistema monetario que propone el BIS es un sistema de esclavitud total, como no podía ser de otro modo, dadas sus raíces babilónicas basadas en el culto a la destrucción y a la muerte. El perfeccionamiento del sistema monetario ha avanzado a través de la historia como requisito previo para consolidar y expandir los distintos imperios de cada época por la fuerza de las armas, pero los últimos 300 años han supuesto toda una obra de arte para llegar a donde nos encontramos hoy día, al universo ZERO de la Agenda 2030, Zero CO2, Zero democracia, Zero Libertad, Zero Derechos, pero también del crecimiento ZERO propuesto por el Club de Roma en
1972, impulsor del Foro Económico Mundial, que en tándem con el BIS, potencian una sociedad sin moneda y por ende sin libertad, bajo el explícito lema: “no tendrás nada y serás feliz.” La pregunta es: ¿nos someteremos a sus dictados, o diremos basta?
FIN.
Josefina Fraile Martín 26/10/2023
Muchas gracias por el contenido. Muy claro, nos han tratado como esclavos desde la Atlantida.
Antes de la Atlantida, se vivía y vibraba en amor puro y UNIDAD.